136.000 al 25.000 años antes de la Batalla de Yavin
Esta es una época ancestral, perdida en los anales de la historia. Es la época anterior a la que una gran república unificase la galaxia. Una época anterior a la que los primeros Jedis emergieron para servir como guardianes de la paz y la justicia. Esas eran misteriosas civilizaciones alienígenas con poderes inimaginables que gobernaban sobre sus propios dominios.
Los eventos de esta historia comienzan aproximadamente 36.453 años antes de la batalla de Yavin.
Comienza la narración
Todo comienza hace mucho tiempo atrás, en planetas muy distantes, diez mil años antes de nuestra época, en Ando Prime. Su ubicación estelar es en la región del borde medio/Sector lambda/Sistema Ando
En el planeta Ando primé era un mundo gélido, lleno de cordilleras heladas, abismos, tundras, lagos y ríos congelados, así como pequeñas yeguas, pero a pesar del inhóspito mundo existían formas de vida ya sean conscientes o salvajes, entre ellos los Talids (Talids que eran una especie de mamíferos de cuerpo robusto con pieles gruesas adaptadas a su entorno, con 2 piernas, 4 brazos delgados y cada uno terminaba en una mano con dos dedos y un pulgar, eran de ojos estrechos y la nariz al final del hocico tenía 4 fosas nasales, Su cabello era áspero, largo y decorado con cuentas o huesos que indicaban riqueza y estatus, se vestían con capas de pieles para diferentes temperaturas como para camuflarse)
En una tarde helada en Ando se podía ver varios de los antes mencionados Talids, de la orden de los monjes Dai Bendu. Miembros de la orden caminaban por más de un milenio en lo alto de las montañas Andobi, estaban cercanos a un monolito enterrado llamado el Tho Yor.
Los seguidores de la orden sabían que el monolito no era de su mundo, podían sentir que poseía misterios como secretos, aun sin revelar dentro de él. Los monjes esperaban, contemplaban, meditaban, escuchaban con su mente, corazón, así como con sus sentidos. Un día en medio de la noche, casi al amanecer, el Tho Yor les habló; los Dai Bendu escucharon el llamado. Al estar cerca, un joven nativo con una máscara de respiración le habló a su ancestro
- ¡Abuelo!, ¿lo oyes? Habló uno de los Talids le preguntándole dudoso sobre la voz que escuchaba.
- Sí, el Tho Yor nos llama. Respondió con seguridad el anciano mientras asistía con la cabeza.
Con todo su ser los monjes fueron llamados al monolito, a pesar de que no dijo palabra, pero su voz fue escuchada en la calma cuando todo estaba en equilibrio, se pudo visualizar como la nieve y el hielo se descongelaban y se regresaban en vapor revelando el monolito piramidal en todo su esplendor frente a los monjes.
Mientras el alba se manifestaba en el cielo mostrando los detalles de la estructura, que eran un símbolo de múltiples círculos unos dentro de otros, se mostraban dientes de engranajes en cada círculo.
La estructura era como una enorme artesanía de piedra o metal; no se podía diferenciar, pero no importaba
Los talidos pudieron oír sonidos de suaves y mecanismos internos dentro de la pirámide, revelando una entrada cercana al suelo y en forma rectangular a lo alto.
- Hermanos, es nuestro momento, tanto tiempo de meditación y peregrinaje; Finalmente veremos los misterios de nuestro ídolo sagrado al que veneramos, la aventura guardada. Exclamó uno de los miembros mientras apuntaba a la entrada del lugar donde había misterios por descubrir. Todos se introdujeron en el Tho Yor siguiendo su profecía y encontraron revelación dentro de la estructura.
Igualmente, no fueron necesarias sus palabras porque no hubo dudas entre los Dai Bendu. Este era su momento. Este era el momento para el que todo su entrenamiento vitalicio los había preparado. Todos abordaron el monolito y este se elevó al cielo hasta llegar al espacio, para luego este viajo a hipervelocidad a su próximo destino.
Mientras en otros sistemas estelares, otros 7 Tho Yor también despertaron de la misma forma
En los Territorios del Borde Medio/Sector Mytaranor/Sistema Kashyyyk/ en el planeta Kashyyyk entre los inmensos árboles de ese mundo selvático, boscoso como pantanoso, así como lleno de cuerpos de agua, habitado por los nativos Wookies surgió un Tho Yor
Los guerreros wookies (Los wookies eran una especie humanoide mamífera, de gran altura, peludos como robustos) pudieron contemplar como cirugía el monolito que protegían y les llamaba a su interior, así ellos se introdujeron igual que los Talids, a los wookies la estructura les trajo paz, el Tho Yor surgió hacia el espacio.
En los Territorios del Borde Exterior/Sector Quelii/Sistema Dathomir/ en el planeta Dathomir que era de clima templado y hermoso, con un terreno variado, poseía lagos costeros, bosques espesos y picos nevados, ríos grandes, amplias sabanas, pequeños casquetes polares y espectaculares valles, llanuras fluviales y desiertos, era un lugar de brujas, chamanes y videntes tribales de raza humana de origen desconocido, a los habitantes la gran estructura. la encontraron en visiones y sueños cantándole, lo siguieron y encontraron la armonía, mientras el monolito se activó y los brujos lo abordaron, el Tho Yor ascendió al espacio al igual que sus otros hermanos.
En los Territorios del Borde Exterior/Sector galo/Sistema Ryloth en el planeta Ryloth de una atmósfera delgada, pero respirable, con mares y manantiales subterráneos, la mayoría de la superficie era seca, poseía paisajes secos y rocosos de desiertos, cadenas montañosas con picos cubiertos de niebla, valles sombríos, alternados con desiertos nevados, unidos por exuberantes franjas templadas que concentraban gran parte de su población, así como azotado por fenómenos. atmosféricos o ambientales mortales, los habitantes Twi'lek (Los twi'leks eran una especie humanoide, mamíferos, lampiños, son omnívoros, Esta dieta era esencial debido a la escasa comida en Ryloth, poseían múltiples estómagos lo que les permitía comer casi cualquier alimento, poseen colas cerebrales que sobresalían por la parte posterior de su cabeza y mantenían parte de su cerebro. Las colas cumplían varios propósitos en su vida diaria y su cultura)
La casta de filósofos de Ryloth que debatían sobre la energía mística que los rodeaba, oyeron la llamada del Tho Yor y abandonaron la seguridad de sus cuevas para aventurarse al desierto, sabían por instinto que las respuestas que buscaban se hallaban más allá de su mundo, los nativos sabios de Ryloth entraron en el monolito y encontraron iluminación.
En los territorios en el borde interior/sistema pyrshak/en el planeta Manaan toda la superficie del planeta estaba cubierta de agua, siendo un enorme océano; solo por encima había pequeñas islas, bajo las aguas existían cañones y grietas se alineaban en el fondo del océano, también existían las cavernas submarinas profundas, así como también territorio profundo desconocido incluso para los nativos Selkath que eran especies acuáticas humanoide en sus extremidades, en piel era similar a la de un pez y de color azul que le permitía el camuflaje bajo el agua, eran hábiles nadadores. Parecían un pez gato en su cráneo y sus bocas estaban rodeadas de lóbulos cefálicos.
Los eruditos y científicos nativos detuvieron sus estudios y proyectos cuando de las profundidades de uno de los abismos submarinos más grandes de su planeta surgió un monolito como el de otros mundos, quien llamó a través de los ecos de su conocimiento a los Selkaths, los cuales, al ver cómo se abrió una entrada, ingresaron sin dudar donde encontraron sabiduría.
Ocho Tho Yor se alzaron en total y fueron a muchos mundos, recogiendo a muchas especies conscientes que habían escuchado el llamado, y después se lanzaron hacia el centro de la galaxia.
Ya dentro del núcleo profundo, donde la materia oscura causa que las estrellas colisionan y el espacio se colapsan en un abrir y cerrar de ojos, los monolitos navegaron por los senderos riesgosos de entre estrellas y agujeros negros, para finalmente llegar a su destino.
En los territorios del Núcleo profundo/Sector 5/Sistema estelar Tython/ Planeta Tython, el que era increíblemente rico en la Fuerza, este mundo poseía una atmósfera respirable y un clima templado, y presentaba varios continentes separados por océanos y mares. Tenía una fauna y una geografía variada al poseer llanuras, colinas, montañas e incluso cañones, y durante gran parte de la historia era un mundo selvático y boscoso. Ese planeta fue donde fue la llegada de los Tho Yor. El mundo recibió a los monolitos; recibieron su llegada con un clima lleno de vastas tempestades
En este destino, los forasteros podían sentir algo que los recorría y rodeaba en cuerpo, mente y alma, una energía primordial y mística, la misma que trajo por primera vez a los monolitos.
Ese día los viajeros se hicieron unos en la fuerza.
Los Thor Yor abandonaron la pirámide central para desplazarse por los cielos a sus nuevos hogares en este nuevo mundo. Unidos como uno por la fuerza, estos viajeros procedentes de diversos y distantes mundos pasaron a ser un solo pueblo. Los nombraron ahora como los Tythanos
Los nuevos habitantes de este mundo no tardaron en averiguar el propósito de esta reunión. La razón era estudiar la fuerza y dominar las habilidades que estas otorgan.
Pero conocer la fuerza de la verdad requeriría más que sentarse y pensar en silencio como profundamente. Sus vidas se convirtieron en una meditación móvil en la fuerza, una manifestación de la fuerza desde el interior.
Al observar el mundo a su alrededor ya lo alto, vieron dos lunas en el firmamento, la brillante Ashla y la sombría Bogan, y comprendieron el aspecto dual de la fuerza.
La luz definía la oscuridad igual que la oscuridad definía la luz. Cuando no se mantenía el equilibrio en este mundo, respondía con fenómenos peligrosos y desastres naturales.
Y así los viajeros se autodefinieron, buscando siempre el equilibrio, se convirtió en los Je'daii, un término Dai Bendu que significa "centro místico", ya que solo a través de la armonía del equilibrio podrían los mismos mantener el mundo en tranquilidad.
Con el paso de los milenios, los Je'daii construyeron una gran civilización, erigiendo templos, ciudades y lugares de aprendizaje y curación, cada uno centrado en un Tho Yor.
Desafortunadamente, no todos los descendientes de los Je'daii pudieron convertirse en uno. Los que nacían sin la habilidad de tocar la fuerza quedaban a la merced de los riegos del planeta, ni siquiera los Je'daii podían protegerlos siempre.
Después de la caída de la ciudad Aurum quedó claro que este mundo era demasiado peligroso para los que no tienen sensibilidad en la fuerza.
Así que en el segundo milenario se produjo una segunda migración, donde los tythanos que no eran sensibles de la fuerza, abandonaron el planeta, desplazándose primero a las lunas, Ashla y Bogan, y desde allí hacia los demás mundos del sistema.
Fue una época de enorme pena y terrible necesidad, debido a la separación de familias y en muchos casos las heridas no sanaron jamás.
A los nacidos sensibles de la fuerza siempre se les llevaba de vuelta a Tython.
Los rangos de la orden Je'daii, comenzando por iniciado, luego a aprendiz, de peregrino a ranger, y finalmente para llegar maestro
Los adeptos pasaban de un templo a otro, buscando conocimiento, buscando conocimiento, buscando equilibrio en la fuerza. Con un mensaje de paz como credo.
Su código era:
No hay ignorancia, hay sabiduría.
No hay miedo, hay poder.
Soy el corazón de la fuerza.
Soy el fuego revelador de la luz.
Soy el misterio de la oscuridad.
En equilibrio con el caos y la armonía.
Inmortal en la fuerza.
Partiendo de Tython, los hijos de los Je'daii se extendieron por el sistema, viajando en dirección al sol, colonizaron mancha solar y Malterra, Nox y el árido Krev Coeur.
Más alla de Tython, se asentaron primero en Kalimahr, joya del sistema Tython; después de Shikaakwa, el mundo proscrito; luego en el planeta boscoso de Ska Gora y en las lunas de los gigantes Obri y Mawr; e incluso en el planeta más lejano, la fria puerta de las furias.
Los Je'daii intervenían en los mundos colonizados cuando se les solicitaba o cuando la fuerza se los indicaba, pero con el paso de los años se volvieron misteriosos e incluso temidos, figuras de leyenda. Y, en ocasiones, figuras de rencor, los hijos de los Je'daii se alejaron de sus padres.
Uno de ellos fue la reina déspota de Shikaakwa, la reina Hadiya, quien primero unió a los barones del planeta y después presiono a los mundos colonizados para que la sirvieren.
En su orgullo, no quería ser sujeto de los Je'daii o la "voluntad" de la fuerza, solo su voluntad era suprema. Así nació la guerra del déspota.
Los hijos de los Je'daii volvieron a Tython para guerrear. El ejército de la déspota era muy numeroso, pero los Je'daii contaban con la fuerza como su aliada.
Se derrotó al ejército de la déspota en Kaleth, el templo de la sabiduría, la reina Hadiya murió, pero toda victoria conlleva un costo.
Muchos guerreros Je'daii cayeron en batalla, murieron muchos más de entre las fuerzas de la déspota, algunas de las heridas entre los Je'daii y sus hijos aún tienen que sanar…
Fecha: 25.793 DBY
Ubicación: Planeta: Tython/ Localización: el Akar Kesh o también llamado el Templo del Equilibrio
El templo era un lugar lleno situado en gran aparente torre de piedra natural donde se habían construido monolitos unidos a unas grandes corrientes de agua que terminaban en Múltiples cascadas que salían de lo más alto de la torre, por encima de las edificaciones se contemplaba un Tho Yor flotando.
- Eso fue hace doce años antes de que nacieran ustedes. Termino relatar un maestro Ketu un humano maduro, de cabello y barba corta azabache de tez bronceada, vestido con una túnica café cubierta por una armadura dorada mientras estaba acompañado de dos jóvenes un humano de tez clara, cabello rubio, ojos avellana, vestido de túnicas blancas llamada Resi y una Devaroniana (Los devaronianos, una especie humanoide. La diferencia de géneros era que, los machos eran agresivos por naturaleza, con la piel típica rojiza y cuernos en su cabeza y las Las hembras estaban cubiertas de un pelaje espeso, no tenían cuernos y tenían caninos prominentes. Eran criaturas dóciles y no agresivas. Varias hembras sin pelaje espeso mostraban dos ojeras sobre la frente en vez de los cuernos) de tez roja, cabello negro, ojos amarillos, vestido de túnicas blancas, llamado Harun. El maestro contaba al par de jóvenes el trasfondo de los acontecimientos del pasado tanto recientes como lejanos.
- ¡Odio a la reina Hadiya! Expresó con desprecio el pequeño rubio al escuchar las acciones de esa tirana.
- ¡SHHH, Resi! Odiar es malo, ¿verdad, maestro? Cuestionó la Devaroniana y consultó al relator del trasfondo de su orden a la que pertenecen.
- No necesariamente, Harun, el odio es comprensible, como la ira, la ira tiene algunos usos. Purifica como el fuego. Pero uno jamás debe sentir solo ira o sentir solo odio. Eso le saca a uno del equilibrio. Reflexionó el maestro, indicando que no deben despreciar ningún sentimiento.
- La reina Hadiya no era del todo mala, muchos estaban genuinamente entregados a ella. Para comprender a Hadiya debo encontrar dónde vive en mi corazón, en que soy como ella. Informe Ketu sobre que debemos comprender a nuestros enemigos igualmente y quizás tengamos algo de ellos en nosotros.
- ¡Nooo! ¡Ella nunca será parte de mí! Protestó el rubio indispuesto a tener algo de alguien que consideraba despreciable.
- En la luz hay oscuridad y en la oscuridad hay luz. Es así, con todos nosotros, no seas prisionero de Ashla, ni de Bogan. Esfuérzate por vivir en equilibrio, como el propio Tython nos enseña. Es peligroso no hacerlo, Y el peligro está ahí, siempre. Reflexionó el maestro al par de aprendices.
Mientras tanto, en otro lado muy alejado del planeta Tython
Territorios del Borde Exterior/Sector: Arkanis/Sistema: Tatooine/ Planeta: Tatooine
Antes que el árido planeta desértico fuera como fuera ahora, era un mundo exuberante en el que dos soles gemelos calentaban sus hermosos cielos, un mundo próspero y lleno de vida, donde los Kumumgah (seres humanoides de tez oscura, ojos totalmente negros y nariz pequeña quienes eran los ancestros de los Tuskens de las arenas y los Jawas) habitaban pacíficamente en sus relucientes y avanzadas junto a sus yeguas azules cristalinos, pero todo cambió cuando El imperio infinito de los rakatas atacó. Sus navíos espaciales destruyeron la tranquilidad de los nativos de este mundo y masacraron como esclavizaron a los mismos.
Un señor rakata (Los Rakata eran humanoides con piel similar a los anfibios que tenían cráneos altos junto con ojos que sobresalían de cada lado de sus cabezas en tallos cortos. Estos seres bípedos tenían manos de tres dedos con garras. Como especie, eran uniformemente delgados y casi de la misma altura; tenían diversos tonos de piel) con el rango de Predor llamado Tul'kar, quien tenía una piel azul verdoso, ojos amarillos, un traje sin pantalones o mangas de color rojo. oscuro, que estaba junto a un humano con armadura de cuerpo completo negra, con detalles grises y llevaba un casco del mismo color con un visor cuadrado rojo, así como una bufanda gris que ondeaba con el viento, el rakata contemplaba con deleite la devastación que desataba la flota de su especie sobre los asentamientos y obras arquitectónicas de los nativos de este mundo y amaba ver cómo marchaban capturados listos para ser vueltos en esclavos, y él ordenó que llamara a un grupo de Kumumgah para que vinieran hacia él para eliminar a alguno por diversión
- ¡Qué primitivos! ¿Ha valido la pena el viaje? ¿Verdad Xesh? Preguntó el señor Rakata a su esclavo sabueso de la fuerza.
- Sí, predor Tul'kar. Afirmó el siervo del señor con simpleza mientras miraba la terrible escena frente a sus ojos.
Mientras un grupo de 3 nativos capturados, uno de túnica blanca, otro de túnica azul, otro de túnica blanca con un casco metálico con cresta, marchaban con un rakata de piel de tez verdosa armado con una lanza en mano detrás de ellos
- Siento poco que cosechar en ellos, pero no es lo mío, para eso te tengo, ¿no, Xesh? Preguntó Tul'kar a su subordinado, viendo si sabía su trabajo.
- Sí, Predor Tul'kar. Asumió Xesh a su dueño sin disidencia alguna.
- ¿Cuál? Consulte el rakata verde queriendo saber cuál sería el ejecutado.
-Este. Señaló el sabueso de la fuerza al cautivo de túnica azul con frialdad.
El subordinado de tez verde subió su lanza, la cual activó una hoja afilada láser que atravesó el pecho del Kumumgah sin piedad ni vacilación alguna.
- ¡Lonai! Grito uno de los cautivos que tenía el casco en un tono dolor como odio al ver cómo acaban con la vida de uno de ellos.
- ¡Monstruo! ¡Ese era mi hijo! ¡No tenías por qué matarlo! Cuestionó el padre al ver el injusto asesinato de su primogénito.
- No le necesitábamos para nada. Somos los vencedores y hacemos lo que queremos con ustedes. Declaro Tul'kar con seguridad y frialdad, sin una pizca de compasión en sus palabras.
- ¡Pudieron haber vencido hoy, pero los Kumumgah lucharemos! ¡Lucharemos hasta expulsarlos de Tatooine! Voficiero lleno de rencor el padre, quien había visto la ejecución de su hijo mientras se acercaba al Rakata de piel azulada.
- Eso es poco probable. Respondió Tul'kar con crueldad y frialdad mientras ejecutaba al progenitor con un trueno de la fuerza, dejando el cuerpo del mismo calcinado inerte en el suelo.
Luego el Predor sin remordimiento o pese alguno por el asesinato que acaba de cometer, dirigió su mirada como sus palabras a su sabueso de la fuerza.
- Has hecho bien, Xesh, al encontrar este planeta, seleccionando a los sensibles. Sí, creo que eres el mejor de los sabuesos de la fuerza y eres mío. Alago el rakata de tez azulada a su propiedad y su buen trabajo realizado hoy, mientras podía contemplar
- Las habilidades de Xesh son superiores, mi Señor. Reafirmó otro rakata de tez verde a su superior, el cual llego para decirle algo al Predor.
- En un milagro que el Predor Skal'nas aún no lo haya puesto bajo su mando. Aseguro el subordinado rakata verdoso del dueño del sabueso de la fuerza.
- Para llevarse a Xesh el Predor Skal'nas debería vérselas conmigo en combate, Ore'mun, y el Predor Skal'nas lo sabe. Aseguro el rakata azulado listo para defender su propiedad con uñas y dientes cuando hablo con el Rakata de tez verdosa.
- Lord Skal'nas ha enviado un mensaje en el que te ordena volver a Byss. Yo me quedaré a supervisar la selección. Informó Ore'mun a su superior queriendo que fuera donde el otro Predor le ordenó ir.
Pero sin previo aviso, el Rakata azulado golpeó a su subordinado sin motivo aparente, dejándolo aturdido. Luego Tul'kar ahorcó a Ore'mun con su telequinesia
- ¡Solo transmitiría la orden! Reclamó el rakata tez verduzca a su superior mientras sentía desesperación por no poder respirar al estar suspendido sujetado por los poderes del Predor.
- ¿Me tomas por estúpido, Ore'mun? ¿Crees que no sé, que eres un espía de Skal'nas? ¿Qué no podía sentir tu anhelo por mi poder? ¿O sentir tu placer al darme la orden? ¡Qué imbécil! Respondió Tul'kar furioso, viendo lo que pretendía su subordinado.
- ¡Ahora sabes por qué Skal'nas no me hará frente! Exclamó el rakata azulado rabioso mientras usaba los relámpagos de la fuerza sobre su subordinado hasta cocinarlo literalmente, matándolo en el proceso.
Mientras Xesh miraba impasible la escena sin mover un solo músculo, podía observar indiferente la atrocidad de su dueño.
Mientras el cuerpo calcinado de Ore'mun yacía en el suelo sin vida, llegó otro rakata pero esta vez de tez roja
- Predor Tul'kar... ¿Obedecerá la orden? Consultó algo temeroso el rakata rojo, viendo lo que hizo su señor con el otro subordinado.
- Por supuesto, igual que yo soy tu Predor, Skal'nas es el mío. Hay que obedecer las órdenes o terminaré tieso como Ore'mun. Respondió el señor rakata dispuesto a ir donde su superior, sin cuestionamiento alguno.
- Preparen el cuerpo de Ore'mun adecuadamente, toda esta actividad me ha abierto el apetito. Ordenó Tul'kar a su subordinado para que reconociera el cuerpo del rakata verdoso para que pudiera comerlo.
Luego de una comida nada normal y algunas horas o días después, el Predor se embarcó en su nave para viajar al planeta al que debía ir.
Ubicación: los Territorios del Núcleo profundo/Sistema estelar: Beshqek/ Planeta: Byss
Byss era un mítico mundo paradisíaco, que estaba orbitado por cinco pequeñas lunas, que tenían poca influencia en sus mareas. El mundo era bañado por una luz solar azul verdosa, era un mundo exuberante y fértil. Un conducto natural del poder de la Fuerza. El planeta estaba salpicado de cadenas de lagos y ríos, así como mesetas y cañones suavizados por el viento.
En este mundo oscuro, el imperio infinito ha establecido un centro de poder. Desde este templo-fortaleza, los rakata exploran los misterios del prohibitivo núcleo profundo y sondean sus riquezas.
La nave Rakata de Tul'kar era un transporte bélico con forma H en sus alas unidas por una esfera, así como una ala central que salía de la misma unión central, el navío se posó en una plataforma de aterrizaje que era de una edificación que era una fortaleza de su propia especie, el edificio era de color gris, tres torres estrechas en formación circular encima de una esfera, la cual estaba edificada sobre una montaña
El predor y su sabueso desembarcaron de su nave y caminaron por los pasillos hasta llegar a la sala del centro de mando, que era el corazón latente de la fortaleza Rakata. En ese lugar estaba su superior, la habitación estaba llena de ventanas y arquitectura elegante como refinada.
El Predor Líder de Tul'kar era un rakata de piel roja sentado en su trono con piezas de armadura en piernas y brazaletes metálicos en sus brazos.
Al lado del señor, en una plataforma flotante, estaba una mujer parada. Parecía una humana albina, ojos blancos, cabello cano con rastas largas, un tatuaje rojo de tres líneas, una en cada mejilla y otra sobre la nariz, todas unidas por una línea central sobre el labio superior, vestía un traje acorazado escarlata y negro con escote revelador y un cuello de armadura escarlata, así como una capa roja.
- ¿Por qué me ha llamado mi señor? He capturado Tatooine, es una conquista mía. ¡¿Y ahora va otro a cosechar a los esclavos?! Consultó el rakata azulado a su superior para saber la razón de su presencia aquí y por ello estaba algo desconcertado.
- Predor Tul'kar, no preciso de ti en absoluto. Es a tu sabueso, a Xesh, a quien necesito. Aclaro el señor superior de Tul'kar, explicando lo que necesitaba de él.
- Y solo sigue tu correa. Especificó Skal'nas la razón por la que necesitaba del rakata aquí.
- Mi sabuesa Trill, dice haber sentido un mundo rico en la fuerza en el núcleo profundo, pero no puede localizarlo con precisión. Lamento el rakata rojo confesando la incapacidad de su sirvienta.
- Está ahí, mi señor. ¡El núcleo profundo es un laberinto de anomalías que sesgan los sentidos! ¡La tarea de encontrar un mundo en él es imposible! Exclamó la mujer albina sin saber cómo hacer su trabajo con certeza.
- ¿Es eso cierto, sabueso Xesh? ¿Es imposible? Consulte Skal'nas dudoso de la declaración de su sierva.
- Basta, Trill, ¿de acuerdo? Concluyó Xesh intentando calmar a la otra sabueso.
La fémina se lanzó de un salto hacia adelante dispuesta a matar a su rival con su sable de fuerza (un sable de luz pero versión Rakata)
- ¡Mentiroso! ¡Charlatán y mentiroso! ¡Me quedaré con tu cráneo! Protestó la mujer de armadura escarlata lista para acabar con él.
Antes de que pudiera ni siquiera pudiera activar su sable de fuerza azul, Xesh usó empujones de la fuerza con cada mano y la mandó a volar hacia atrás. Con su mano libre, la sabueso femenina usó un agarre de la fuerza e hizo caer, pero en medio de la caída le lanzó una patada contra su cara, la hizo caer boca abajo y haciéndole soltar su arma, la cual sostenía de forma horizontal, la cual se apagó.
De un momento a otro, el Rakata rojo usa sus poderes para suspender a ambas de sus piernas y evitar que sigan combatiendo.
- ¡Basta! Ordeno cansado y algo enojado Skal'nas viendo el conflicto entre ambos siervos.
- ¿Pones fin a la lucha tan pronto, mi señor? ¡Qué prematuro! Creo que estábamos a punto de averiguar cuál es el sabueso de fuerza dominante. Protestó Tul'kar algo decepcionado por el combate con el cual se estaba entusiasmando.
- ¡Ninguno de los sabuesos ha presentado un desafío formal! Cuestionó el rakata rojo queriendo que todo fuera oficial.
- Si va a haber un duelo a muerte entre ellos, se seguirá el protocolo, ¡Y todo el imperio infinito estará observando! Exigió el predor superior a su subordinado, queriendo que todo fuera correcto.
- Lo espero con ansias. Afirmó el rakata azulado, queriendo ver ya esa contienda.
- Tú, sabueso, no has respondido a mi pregunta. ¿Se puede encontrar ese mundo? Ordeno Skal'nas queriendo saber si podía responder a su consulta, sobre la localización de ese planeta.
- Asegúrate de recordar los protocolos, Predor. Objetó Tul'kar haciéndole recordar las normas de su sociedad.
El sabueso enmascarado mientras caminaba hasta quedar casi pegado al cristal de la ventana mientras miraba las estrellas.
- Si Xesh olfatea el mundo, ¡reclamo el derecho de conquista! Ordenó el rakata azulado, queriendo encontrar el planeta que tanto codiciaba.
- Se cumplirá el protocolo, Tul'kar. Ese mundo será tuyo. Aseguro el Pretor superior a su subordinado obedeciendo las normas del imperio.
- Bueno, sabio, ¿puedes encontrar ese mundo? Volvió a consultar Skal'nas queriendo ver finalmente las habilidades de Xesh.
- Sí, puedo encontrarlo. Los llevaré hasta él y los tracaremos hasta sus huesos. Confirmo que el enmascarado se ha decidido a cumplir su deber.
- El fin -